La unidad es el principio central del mensaje bahá’í. Bahá’u’lláh declara que existe un único Dios, que desde siempre se ha manifestado a los hombres para que puedan conocerle y amarle. Este diálogo ininterrumpido entre Dios y la humanidad se ha producido por mediación de mensajeros o enviados como Krishna, Moisés, Buda, Cristo o Muhammad. Los bahá’ís reconocen en Bahá’u’lláh al nuevo enviado de Dios. En el plano social, en los Escritos bahá’ís se asevera que "la unificación de la humanidad es el sello distintivo de la etapa a la que ahora se acerca la sociedad". Ahora bien, los bahá’ís no persiguen la uniformidad, sino "la unidad en la diversidad". Por ello, no sólo se muestran profundamente respetuosos hacia la riqueza y diversidad de los pueblos del mundo, sino que las promueven como requisito para el logro de la unidad de la humanidad.
Bahá’u’lláh enseñó que hay un solo Dios cuyas revelaciones sucesivas de Su voluntad a la humanidad han constituido la principal fuerza civilizadora de la historia. Los agentes de este proceso han sido los Mensajeros Divinos, a quienes los hombres ven básicamente como fundadores de sistemas religiosos distintos, pero cuyo propósito común ha sido el de conducir a la raza humana a la madurez espiritual y moral. Actualmente la humanidad está llegando a su madurez. Esto es lo que hace posible la unificación de la familia humana y la construcción de una sociedad pacífica global. Entre los principios que promueve la Fe Bahá’í como vitales para alcanzar esta meta figuran: el abandono de todas las formas de prejuicio. asegurar a las mujeres plena igualdad de oportunidades con los hombres. el reconocimiento de la unidad y relatividad de la verdad religiosa. la eliminación de los extremos de pobreza y riqueza. conseguir la educación de todos. la responsabilidad de cada persona de buscar la verdad independientemente. el establecimiento de una federación mundial. reconocer que la verdadera religión está en armonía con la razón y la búsqueda del conocimiento científico.Tomado de http://info.bahai.org/article-3-2-0-2.html
En toda la parte del mundo donde la mayor parte de la poblacion vive, la idea de la filosofia materialista del Oeste "Dios ha muerto" difundida durante el siglo xx, ha pasado desaparcibida. La experiencia de la gente de Africa, Asia, Latinoamerica y el Pacifico, les ha confirmado que no solo la naturaleza humana es influeciada por fuerzas espirituales, sino que su verdadera naturaleza es espiritual. Por consiguiente, la religion continuo, como siempre habia sido el caso, funcionando como la ultima autoridad en la vida. Estas convicciones, aunque no fueron confrontadas directamente por la revolucion ideologica que tomo lugar en el oeste, fueron efectivamente marginadas de ella, en lo que a la interaccion entre pueblos y naciones concierne. Habiendo penetrado y capturado todos los centros significativos de poder e informacion a nivel global, el materialismo dogmatico se aseguro que las voces competitivas no pudieran tener la habilidad de desafiar proyectos de explotacion mundial. al danho cultural inflingido por dos siglos de colonialismo se anhadio una disfuncion agonizante entre la experiencia interna y externa de las masas afectadas, una condicion que invade virtualmente todos los aspectos de la vida..... Tomado del libro "One Common Faith" publicado por la Casa Universal de Justicia de la Fe Baha’i.